“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz.” Jesús
viene a nacer en ti como luz. El ha venido para iluminar tu vida, para dar
sentido a tu vida.
Y viene porque el
amor de Dios Padre es muy grande y quiere revelarte los secretos de la vida a
través de su Hijo. Jesús es el Salvador y Él viene para revelarte qué es la
verdad, qué es el amor, qué es la humildad, qué es la paz y en qué consiste la
salvación.
El misterio de
esta noche ha dejado iluminada todas las noches pues el Salvador ha venido a
iluminar todas nuestras noches: «No temáis, os anuncio una gran noticia: “Hoy,
en la ciudad de Belén, os ha nacido un Salvador”». ¿Se te quitarán todos tus
miedos, confiarás en Él, lo acogerás como tu verdadero Salvador?
Haz de tu
corazón la gruta de Belén, deja que allí te habite el misterio y haz este
misterio vida. El gran regalo de la Navidad es que Jesús nazca en tu corazón.
Si quieres
descubrir el verdadero sentido de la Navidad necesitas ojos iluminados del
corazón, es decir, necesitas la fe y la humildad para acoger el misterio de
la pobreza de Belén.
Jesús nace pobre
en un pesebre y para Él no habrá posada, “fue a los suyos pero los suyos no le
recibieron”.
Acércate
delicadamente al misterio.
Jesús viene a
solidarizarse con todos y a traer la salvación, y quiere que tú seas sus
manos y sus pies para quien busca la salvación.
Adéntrate en el
misterio de Belén con un a actitud de adoración, como los pastores.
Abre tu corazón al
misterio de la pobreza de Belén, aviva en ti actitudes de humildad, de
generosidad y siembra el amor del Niño Dios en tu entorno
cercano y en este mundo que está hambriento de
amor.
En el silencio de
la noche entremos en las afueras de Belén, dejémonos iluminar por la estrella
que conduce a Belén, contemplemos a María, a José y al Niño Dios. En el
silencio de la noche busquemos la luz de Jesús.