MIÉRCOLES DE CENIZA
Celebración
Celebración
MONICIÓN
¿Qué es la Cuaresma?
En todas las actividades de la vida diaria, hay épocas en las
cuales intensificamos lo que hacernos de ordinario para salir de la rutina, por
eso en el comercio hacen "las baratas", en las guerras hay "ofensivas", en
nuestra vida cristiana existe la "cuaresma".
La Cuaresma (cuarenta días de preparación para la Pascua) es
el tiempo en que recordarnos los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto
como preparación para su vida apostólica. En este tiempo, la Iglesia nos pide
que intensifiquemos nuestra vida cristiana.
La Cuaresma es el tiempo de vivir con mayor intensidad: la
oración, la reconciliación, las obras de misericordia. Para ayudarnos, se nos
recomienda que practiquemos los ejercicios cuaresmales.
Los seres humanos manifestamos con gestos externos nuestros
sentimientos y deseos. Por eso manifestamos con un signo externo que queremos
aprovechar la cuaresma para preparar la celebración del Misterio Pascual
(Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo), este signo es acercarnos a recibir la
ceniza y con este acto aceptar que nos "arrepentimos y creemos en el Evangelio",
y esto con hechos de vida y no sólo con palabras.
Para tornar conciencia de todo esto, vamos a vivir esta
celebración,
SEÑOR, Tú TIENES MISERICORDIA DE TODOS Y NUNCA
DESPRECIAS A TUS CRIATURAS; BORRAS LOS PECADOS DE LOS HOMBRES QUE SE ARREPIENTEN
Y LOS PERDONAS PORQUE Tú, SEÑOR, ERES NUESTRO DIOS.
Hoy iniciamos el período de preparación para la gran
fiesta de la Pascua, la fiesta en que proclamamos que Jesús muerto ha
resucitado. La muerte es símbolo y castigo del pecado, la resurrección es el
símbolo de nuestra nueva vida en Cristo.
¡MISERICORDIA, SEÑOR, HEMOS PECADO!
Estos cuarenta días de preparación para la Pascua, la
Iglesia quiere que nos acerquemos más a Dios por medio de la oración, del
arrepentimiento de nuestros pecados y de buenas obras. Escuchemos el evangelio
de San Mateo (6, 1-6.16-18):
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6,
1-6.16-18)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no
practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que lo vean. De lo
contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con
trompeta, como hacen los hipócritas en la sinagogas y por las calles, para que
los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en
cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la
derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto,
te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a
quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas,
para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú,
en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante
tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te
recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos
hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que
están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio,
cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente
que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo
secreto, te recompensará". Palabra del Señor. Gloria A Ti, Señor Jesús.